Director: William Wyler
Actores: Bette Davis, Herbert Marshall, James Stephenson, Frieda Inescort, Gale Sondergaard, Bruce Lester, Cecil Kellaway, Victor Sen Yung
Género: Drama.
El origen: Una obra de teatro de W. Somerset Maughan.
Historia: La fría y calculadora esposa del propietario de una plantación de caucho en Malasia asesina a un hombre, supuestamente en defensa propia. Pero, de repente, aparece una comprometedora carta cuyo contenido echa por tierra la versión de los hechos de la protagonista. (FILMAFFINITY)
La secuencia: El prólogo y el epílogo. William Wyler debía de ser un cineasta muy controlador, viendo estas dos secuencias es evidente que los actores, la fotografía y el montaje obedecen a una planificación milimétrica.
El momento y el plano: Cuando Howard (el abogado) va a ver a la cárcel a ver a Leslie sabiendo que ésta miente en su declaración. Excelente plano secuencia que concluye en un contra plano cuando la protagonista se ve atrapada en sus mentiras.
El instante: SPOILER. Cuando Leslie no puede besar a su marido porque aún quiere al hombre que ha matado. Estremecedor.
El acierto: Bette Davis y James Stephenson. Los dos bordan sus personajes, desde la expresión corporal a la voz.
La frase: “Me sorprende que seas capaz de repetir la misma historia sin cambiar una palabra” Howard a Leslie.
Lo mejor: En general todo es perfecto, pero destaca la labor del director y los interpretes.
Lo peor: El metraje. La película se hubiera beneficiado con unos minutos más.
La conclusión: La trama en sí no me parece nada del otro mundo, pero gracias a la enigmática puesta en escena y a la brillante labor de todo los que han trabajado en ella, es un clásico de inconmensurable valor.
La pregunta: ¿Por qué siempre que veo a Bette Davis sospecho que va a putear a alguien?
Nota: 8/10
Crítica de Juan Nadie
No hay comentarios:
Publicar un comentario