Director: Lawrence Kasdan.
Actores: William Hurt, Geena Davis, Kathleen Turner, Bill Pullman, Amy Wright, Robert Gorman, David Ogden Stiers y Ed Begley Jr.
Género: Melodrama.
El origen: Una novela de Ann Tyler.
Historia: Macon Leary (William Hurt), un escritor de guías de viajes para hombres de negocios, acaba de sufrir un terrible golpe al morir su hijo en un accidente. Su abatimiento y apatía son tales que su universo personal y familiar se desmorona, y su mujer decide abandonarlo. Un día conoce por casualidad a la extravagante Muriel (Geena Davis), una joven con un carácter, una educación y unas circunstancias personales que, a primera vista, la hacen diametralmente opuesta a él; sin embargo, a su lado, Macon va recuperando poco a poco las ganas de vivir. (FILMAFFINITY)
La recaudación: 32 millones de dólares.
El momento: El prometedor prólogo, donde Macon nos cuenta los secretos para hacer una maleta, a partir de ahí la película va decayendo exponencialmente. Este momento me recuerda mucho a la película Up in the Air, me parece que Jason Reitman lo cogió prestado del film de Kasdan.
El plano: SPOILER. El último donde sale Macon, al verlo sonreír he pensado: “¡Coño! William Hurt tiene dientes”.
La frase: “Los que están sentados en una butaca sueñan con viajar y los que viajan sueñan con estar sentados en una butaca”
Lo mejor: William Hurt, pese que su personaje no ofrezca muchas posibilidades de lucimiento, tiene alguna escena donde demuestra que pudo haber sido uno de los grandes.
Lo peor y la conclusión: Me duele decirlo ya que soy un fan incondicional suyo, pero lo peor de este film es Lawrence Kasdan, tanto como guionista y director; el guión define muy bien a los personajes en lo teórico, pero en lo práctico carecen de alma y la dirección es pretenciosa. Lo que menos me ha gustado de este sobrevalorado film es el tono, Kasdan se empeña tanto en alejarse del histrionismo dramático y de la sensiblería que termina ofreciendo un film frío y aburrido donde no te importa lo que le suceda a los protagonistas.
La reflexión: Geena Davis no se merecía el Oscar de 1988 por este papel, hace de rarita y poco más. Ese año competían contra ella Michelle Pfeiffer por Las amistades peligrosas, Frances McDormand por Arde Mississippi y mi favorita, Sigourney Weaver por Armas de mujer, todas estas interpretaciones y actrices son muy superiores a la de El turista accidental.
Nota: 2/10
Crítica de Juan Nadie
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