Director: Robert Luketic.
Actores: Liam Hemsworth, Amber Heard, Harrison Ford, Gary Oldman, Embeth Davidtz,Josh Holloway, Richard Dreyfuss, Julian McMahon, Lucas Till, Angela Sarafyan
Género: Thriller aburrido
El origen: La novela de Joseph Finder.
Historia: Adam Cassidy (Liam Hemsworth), un joven de 26 años, odia su trabajo en la compañía tecnológica Wyatt Corporation. Cuando manipula el sistema para ayudar a un amigo, es acusado de un delito federal. Su jefe Nicholas Wyatt (Gary Oldman), le propone un trato para evitar la cárcel: infiltrarse en la compañía de Jock Goddard (Harrison Ford), antiguo mentor de Wyatt, y actuar como espía industrial. Adam acepta y logra ascender rápidamente, descubriendo en sí cualidades que jamás imaginó poseer. Ahora su vida es perfecta; adora su trabajo, tiene un Porsche y sale con la chica de sus sueños. Y todo lo que tiene que hacer es traicionar a los que le rodean. (FILMAFFINITY)
El presupuesto: 35.000.000$
La recaudación: 14.000.000$
A medio camino entre: Firewall y El informe Pelicano.
La secuencia: El robo del prototipo y el desenlace de este, el único intento, frustrado, de sorprender al público.
El momento: La reunión entre Wyatt, Jock y Adam, sólo por el hecho de ver a dos grandes actores tocando fondo, Hemsworth sólo está ahí observándolo.
El plano: No me viene ninguno a la mente.
El gag: Ojalá hubiera alguno.
El acierto: Contratar a dos actores como Harrison Ford y Gary Oldman, sin ellos no hubiera ido a ver la película ni el tato.
El desacierto: Toda la película, pero en especial el tiempo que tarda en empezar la trama de la película, hay una excesiva presentación de personajes, pensando que son tan planos, y el uso del vocabulario técnico sobre móviles todavía hace más aburrido este filme.
Lo mejor: ¿Gary Oldman?
Lo peor y conclusión: No voy a extenderme mucho porque la película ni se merece una crítica seria de lo mala que es. Guión aburrido que se vendió como un thriller lleno de sorpresas y no presenta ni un tour de force en ninguna parte de la película. Los actores están contratados para poner sus nombres en los carteles y vender algo que nunca debería haber recibido permiso por parte de la productora para salir a la luz. Es un insulto al arte cinematográfico y a los espectadores que tuvieron que pagar algo por verla, por suerte no fui uno de ellos. Es uno de esos casos en el que pedir la devolución del dinero en la caja estaría completamente justificado.
La reflexión: Me parece muy triste que actores de la talla de Gary Oldman se vendan para hacer este tipo de productos…
La pregunta: ¿Realmente alguno de los profesionales de este film se creen haber hecho algo decente?
Nota: 0/10
Crítica de Martí
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